¿Sabes quién es Miguel de Cervantes?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Deberías ir a la escuela nocturna.
Al día siguiente, el primero vuelve a preguntar:
¿Sabes quién es Albert Einstein?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Deberías ir a la escuela nocturna.
Otra vez, siguiente día, el mismo obrero pregunta:
¿Sabes quién es Napoleón Bonaparte?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Deberías ir a la escuela nocturna.
Entonces el otro, ya harto, le dice:
Y tú, ¿sabes quién es Pedro Pérez?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Es el tipo que se acuesta con tu mujer, mientras vas a la escuela nocturna.
Pues no...
¡Qué tonto eres! Deberías ir a la escuela nocturna.
Al día siguiente, el primero vuelve a preguntar:
¿Sabes quién es Albert Einstein?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Deberías ir a la escuela nocturna.
Otra vez, siguiente día, el mismo obrero pregunta:
¿Sabes quién es Napoleón Bonaparte?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Deberías ir a la escuela nocturna.
Entonces el otro, ya harto, le dice:
Y tú, ¿sabes quién es Pedro Pérez?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Es el tipo que se acuesta con tu mujer, mientras vas a la escuela nocturna.
0 comentarios:
Publicar un comentario